Tierras raras, tipos de minerales y yacimientos

Por definición, no existen dos proyectos de aprovechamiento minero de tierras raras iguales, por consiguiente, resulta exageradamente erróneo hablar en general de los mismos.

Los minerales de donde se extraen los elementos químicos denominados tierras raras son muchos y de muy distintas características. Existen más de 2.500 minerales que contienen elementos de tierras raras. Estos minerales pertenecen a grupos muy distintos:

 

  • Fosfatos (monacita).
  • Carbonatos (bastnasita).
  • Silicatos (allanita).
  • Óxidos (fergusonita).

 

Además, sucede que un mismo mineral puede presentar distintos tipos que también los hacen muy diferentes. Las monacitas amarillas por ejemplo tienen un contenido medio en elementos radiactivos (torio) del 6%. Una monacita amarilla de la mina surafricana de Steenkampskraal contiene un 25% de torio, mientras que el contenido en torio de una monacita gris de Ciudad Real es de 0,17%.

Contenido en tierras raras

No solo eso, en los minerales de tierras raras, el contenido total de elementos de tierras raras también varía de forma muy significativa. Así, una monacita puede contener entre 31%-71% de tierras raras, mientras que una loparita contiene una cantidad muy inferior de entre 28%-38%; y la distribución del contenido de los distintos elementos de tierras raras en cada también presenta grandes variaciones. El contenido en neodimio presente en la monacita gris de Ciudad Real es del 22,65% -uno de los mayores conocidos- mientras que el contenido del yacimiento norteamericano de Mountain Pass es de 12,10%.

Disposición del mineral y método de extracción

Los elementos de las tierras raras se encuentran en dos tipos de depósitos geológicos: los depósitos magmáticos primarios en rocas duras y los depósitos secundarios por erosión y acumulación sedimentaria. En función del tipo de depósito geológico, el método minero y la forma de procesar la roca para concentrar el mineral a emplear será muy distinto.


Así en los yacimientos primarios donde el mineral se encuentra embutido en la roca se deben realizar operaciones de voladura para disgregar la roca para luego ser procesada siendo necesario machacar la roca y pulverizar a tamaño de micras. Este polvo es tratado normalmente en un proceso de flotación añadiendo elementos químicos para separar el mineral que contiene las tierras raras.


Las operaciones descritas y en función de la naturaleza del mineral, pueden representar o no un riesgo de contaminación atmosférica, de las aguas superficiales y/o subterráneas, de o de los suelos.


En el caso de los depósitos secundarios, el mineral se encuentra suelto o completamente liberado de la roca madre por lo que no se hacen necesarias operaciones de voladura, machaqueo y pulverizado. Las operaciones de concentración en planta se limitan a operaciones físicas de cribado y utilizando la fuerza de la gravedad sin añadir productos químicos.


La monacita gris de Ciudad Real es de un depósito secundario y la naturaleza de mineral hace que no pueda disolverse en el agua y por tanto impide que los elementos que contiene lleguen a las aguas, a los suelos o a los cultivos.

Minería de transferencia

La operación minera se realiza con simples retroexcavadora al tratarse de terrenos blandos que es transportado a una planta de concentración mediante cintas/camiones. Una vez recuperado el mineral, el terreno es devuelto de manera continua al hueco del campo de cereal de donde salió y es inmediatamente resembrado, en una operación que se conoce como minería de transferencia.


En la minería de transferencia prevista para la explotación de los yacimientos de monacita gris de Ciudad Real, al contrario que en el resto de los proyectos mineros de tierras raras en operación en el mundo, no se producen residuos. No se generan escombreras y no son necesarias balsas de lodos, muchas veces tóxicos, para el almacenamiento de los residuos que se producen en las plantas de concentración.

La Monacita Gris manchega, es un mineral único y excepcional por los siguientes motivos:

  • Presenta un contenido elevado de óxido de tierras raras (60% en peso).
  • Su contenido en neodimio, elemento muy valorado, es enorme.
  • Presenta unos contenido excepcionalmente bajos en elementos radiactivos que hacen que todas las operaciones con este mineral estén exentas de cualquier medida de control radiológico.
  • Se trata de un depósito muy superficial donde los elementos de las tierras raras están encerrados o encapsulados en nódulos de monacita gris completamente sueltos en una matriz de sedimentos (arcillas, arenas y gravas).
  • La explotación minera es sencilla y no genera huecos ya que el terreno es rellenado y restaurado de manera continua recuperando el uso que tenía antes de su explotación en un periodo de tiempo muy corto.
  • Su tamaño, el de una arena gruesa, y su densidad de 4,65 kilogramos/litro, impide que se incorpore al polvo. Al ser un fosfato, es insoluble en agua por lo que no puede liberar los elementos que contiene a las aguas superficiales o subterráneas, a los suelos, por los que el ganado o los cultivos no pueden verse afectados. La explotación de la monacita gris no genera ningún tipo de contaminación.

El impacto ambiental que pueda generar un proyecto minero de tierras raras será completamente distinto y dependerá del tipo de depósito geológico a explotar y la naturaleza del mineral/minerales de tierras raras que se pretendan aprovechar.

Es completamente erróneo comparar el proyecto minero de Ciudad Real con cualquier otro.

 

Cristales de monacita embutidos en la roca madre (depósito primario).
Nódulos de monacita gris completamente liberados de Ciudad Real (depósito secundario).

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